Las deformidades faciales en los gatos persas no son simples rasgos estéticos: representan un ejemplo extremo de braquicefalia inducida por selección genética. Estudios morfoanatómicos revelan alteraciones óseas que reducen el espacio nasal y modifican la función respiratoria, ocular y dental. Más del 70 % de los ejemplares de líneas modernas presentan algún grado de compromiso funcional. Analizar esta condición permite comprender los límites entre la belleza y la salud felina, cuestionando las prácticas de cría y promoviendo un enfoque ético basado en el bienestar animal.
Las implicaciones clínicas incluyen irritación facial, dermatitis secundaria por la humedad persistente en los pliegues cutáneos, riesgo elevado de infección bacteriana o por levaduras, y, en algunos casos, infecciones oculares crónicas como queratitis o conjuntivitis si no se trata adecuadamente.Origen genético y selección artificial en los gatos persas

El origen genético y la selección artificial en los gatos persas han sido objeto de múltiples estudios recientes que permiten entender tanto su historia como las consecuencias genéticas derivadas.
Origen genético
Aunque históricamente se creía que los gatos persas provenían de Irán (antigua Persia) y zonas adyacentes, estudios genéticos han revelado que los persas modernos no conservan una señal filogeográfica clara de esa región. Se agrupan más cercano, genéticamente, con poblaciones de gatos de Europa Occidental.
Un análisis global basado en marcadores SNP muestra que la raza Persian se separa de poblaciones locales del Cercano Oriente, indicando que la forma actual de la raza es resultado de crianza intensiva y selección, no de continuidad geográfica pura.
Selección artificial
La característica más reconocible es la braquicefalia extrema: cara aplanada, hocico corto y cráneo redondeado. Se ha demostrado que estas modificaciones morfológicas derivan de selección intensa, incluyendo mutaciones particulares asociadas al fenotipo.
Enfermedades hereditarias han sido fijadas o elevadas en frecuencia por la selección artificial dirigida a ciertos estándares estéticos. Ejemplos: enfermedad renal poliquística autosómica dominante (PKD1), prevalencia de ciertas patologías oculares como la atrofia retinal progresiva, y variantes genéticas que aumentan susceptibilidad a infecciones fúngicas severas.
Consecuencias genéticas
Reducción de la diversidad genética interna: los gatos persas tienden a tener menor variación en loci microsatélite en comparación con poblaciones de gatos mestizos o domésticos no de raza.
Mayor riesgo genético para enfermedades vinculadas al fenotipo seleccionado: respiración dificultosa, problemas dentales, predisposición a enfermedades renales, problemas dermatológicos.
Mutaciones y rasgos genéticos asociados a la braquicefalia felina

La braquicefalia en gatos persas es un fenotipo complejo, mayoritariamente producto de selección artificial intensiva y de arquitectura genética poligénica. Estudios morfológicos y genómicos indican que no existe una única mutación causal, sino variantes asociadas a la conformación craneofacial.
Investigaciones recientes señalaron CNTN6 y CHL1 como genes candidatos implicados en la morfogénesis facial y la condensación ósea craneal; además, el grado de braquicefalia correlaciona con alteraciones nasales, desplazamiento dental, mayor exposición ocular y riesgo aumentado de hidrocefalia y problemas respiratorios.
Por consiguiente, la selección dirigida hacia el “peke-face” ha elevado la frecuencia de rasgos patológicos: maloclusión, disfunción del aparato nasolagrimal y predisposición a complicaciones neurológicas. Sin embargo, estudios de asociación genome-wide sugieren una base poligénica y multifactorial, donde variantes en genes del desarrollo neural y óseo interactúan con presiones de cría.
En síntesis, la braquicefalia persa es resultado de múltiples loci con efectos acumulativos, y su expresión extrema compromete la salud y el bienestar de la raza; por ende, la cría responsable debe priorizar conformaciones menos extremas para reducir cargas genéticas patológicas.
Selección estética extrema y su impacto en la morfología craneofacial
La selección estética extrema en los gatos persas ha provocado una transformación profunda de su morfología craneofacial, con consecuencias tanto anatómicas como fisiológicas.
Los estándares de cría del tipo “peke-face” priorizan un hocico extremadamente corto, órbitas agrandadas y cráneo abombado, lo que conduce a braquicefalia severa. Esta condición altera la estructura nasolagrimal, generando epífora crónica, estenosis de fosas nasales y dificultad respiratoria. Además, la disposición anómala de dientes y mandíbulas produce maloclusión y problemas alimentarios.
- Relacionado: ¿Son los gatos persas realmente compatibles con las personas alérgicas?
A nivel esquelético, estudios tomográficos han evidenciado reducción significativa de la cavidad nasal, rotación del maxilar y acortamiento del hueso frontal, rasgos derivados de la selección dirigida hacia proporciones faciales juveniles (neotenia morfológica). Por otro lado, investigaciones comparativas entre persas clásicos y de cría moderna muestran que la expresión del fenotipo extremo está asociada con deformaciones orbitarias y asimetrías craneales. Estas modificaciones, aunque estéticamente valoradas, deterioran funciones respiratorias, sensoriales y neurológicas, y constituyen un ejemplo de cómo la presión estética puede sobrepasar los límites fisiológicos naturales de una especie doméstica.
Diferencias genéticas entre gatos persas tradicionales y persas modernos

1. Firmas de selección (Selection signatures):
Estudio “Evidence of selection signatures that shape the Persian cat breed” identificó regiones genómicas que han sido fuertemente seleccionadas en persas, muchas de las cuales están relacionadas con morfología cráneo-facial, densidad del pelaje, y rasgos fenotípicos extremos asociados con la braquicefalia. Esto sugiere que los persas modernos tienen acumuladas variantes de selección estética más intensiva. (Francesca Bertolini , Barbara Gandolfi PMID: 26956354 DOI: 10.1007/s00335-016-9623-1)
2. Pérdida de diversidad genética / endogamia:
Comparaciones con poblaciones de gatos domésticos de cría libre revelan que los persas tienen menor diversidad genética interna, mayor consanguinidad, lo que favorece la fijación de alelos recesivos perjudiciales y una menor capacidad adaptativa. Esto es válido sobre todo para líneas de selección muy cerradas, característica de los persas modernos.
3. Mutaciones patológicas y prevalencia de enfermedades genéticas:
Mutación PKD1 10063C>A (enfermedad renal poliquística autosómica dominante) con alta prevalencia en persas: estudios muestran portadores/as en persas relacionados, lo cual probablemente se mantuvo o incluso aumentó en líneas modernas donde se prioriza fenotipo estético por sobre salud.
Progresiva atrofia retinal (PRA) localizada mediante análisis de ligamiento en persas: se identificó región en el cromosoma E1 relacionada con PRA, lo que indica que enfermedades oculares son un componente genético importante en estas poblaciones seleccionadas.
4. Posición filogenética y agrupamientos genéticos:
Estudios de diversidad con microsatélites y SNP muestran que los persas modernos se agrupan genéticamente más cerca de poblaciones de Europa Occidental y razas occidentales (como British Shorthair) que de gatos del Medio Oriente o Persia antigua, lo que sugiere que las líneas modernas han perdido buena parte del “pool” genético original. Esto contribuye a diferencias fenotípicas entre lo que serían los persas más tradicionales y los completos estándares modernos.
Anatomía craneal y alteraciones estructurales del gato persa
La anatomía craneal del gato persa se caracteriza por una conformación braquicéfala extrema, resultado de una selección estética intensa orientada hacia un perfil facial plano.
El cráneo muestra acortamiento del hueso nasal y maxilar, así como una rotación ventral del paladar duro, lo que reduce drásticamente la longitud de la cavidad nasal y altera la disposición dental. Estas modificaciones provocan maloclusión, estenosis de las narinas y desviación del tabique nasal, afectando la ventilación y la función olfatoria.
Los estudios tomográficos (CT) y morfométricos tridimensionales revelan hipoplasia de los cornetes nasales, desplazamiento dorsocaudal del hueso cigomático y una relación anómala entre la base del cráneo y el neurocráneo. Además, la órbita ocular se agranda y se sitúa más superficialmente, lo que favorece la epífora crónica y las queratitis por exposición. El acortamiento craneal también se asocia con compresiones del foramen magnum y mayor incidencia de hidrocefalia congénita.
Estas alteraciones estructurales, consecuencia directa de la cría selectiva hacia la braquicefalia, representan un compromiso anatómico entre la estética deseada y la funcionalidad respiratoria y neurológica del animal.
Reducción del hueso nasal y acortamiento del maxilar superior
Origen y causa genética:
Ambos rasgos son consecuencia directa de la selección artificial hacia la braquicefalia extrema, regulada por genes implicados en la morfogénesis craneofacial como RUNX2, FGF8, SHH y BMP4, que modulan la proliferación y diferenciación de los tejidos óseos craneales durante el desarrollo embrionario. (Neuroscience Volume 111, Issue 1, 22 April 2002, Pages 1-17
Y Ohkubo a, C Chiang b, J.L.R Rubenstein
DOI: 10.1016/S0306-4522(01)00616-9)
Reducción del hueso nasal:
- El hueso nasal se acorta y se ensancha, lo que disminuye el volumen de las cavidades nasales y la extensión de los cornetes.
- Esta reducción genera obstrucción parcial del flujo aéreo, incrementando la resistencia respiratoria y provocando ruidos respiratorios crónicos (estertores).
- Radiografías y tomografías (CT) muestran hipoplasia o incluso ausencia parcial de las conchas nasales anteriores en ejemplares con fenotipo “peke-face”.
Acortamiento del maxilar superior:
- El maxilar superior reducido produce rotación palatina y un ángulo facial más cerrado.
- Esto causa maloclusión dental (prognatismo relativo) y altera la oclusión entre incisivos y caninos, afectando la masticación.
- Además, el acortamiento compromete la alineación del conducto nasolagrimal, generando epífora constante (lagrimeo excesivo).
Consecuencias fisiológicas:
- Respiración bucal compensatoria, ronquidos, intolerancia al ejercicio y mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias.
- Cambios en la presión intranasal pueden repercutir en la ventilación de senos frontales y predisponer a sinusitis crónica.
Desplazamiento del paladar duro y compresión de las cavidades nasales

En gatos persas con braquicefalia extrema, los análisis por tomografía computarizada muestran con claridad que hay una dorsorotación del paladar duro esto es, el paladar se inclina hacia arriba respecto a su posición normal lo que lleva al desplazamiento dorsal de los dientes caninos superiores y al acortamiento del maxilar. En un estudio con 69 persas, el ángulo entre el canino superior y el paladar duro fue de promedio 127,7° ± 7,97°, significativamente mayor que en gatos domésticos shorthair (120,46° ± 2,76°), confirmando esta rotación y desplazamiento.
Además, esta alteración estructural se acompaña de una reducción importante en el área de los pasajes nasales. En el mismo estudio, se observó que la altura relativa de la apertura nasal ósea (naso-osseal aperture) es menor en persas a medida que aumenta la braquicefalia.
La dorsorotación del paladar duro también contribuye a una compresión de las conchas nasales ventrales y desplazamiento del hueso etmoidal, lo que disminuye el volumen efectivo de la cavidad nasal y afecta el flujo de aire.
Desde la perspectiva funcional, estas modificaciones anatómicas generan problemas respiratorios, mayor resistencia al paso del aire, aumento de la frecuencia respiratoria, intolerancia al ejercicio y predisposición a infecciones nasales.
- Relacionado: ¿Cuáles son las causas reales del picor facial en los gatos persas?
Alteraciones orbitarias y su relación con los problemas oculares crónicos
Las razas braquicefálicas como los persas presentan alteraciones anatómicas orbitarias que predisponen a enfermedades oculares duraderas. En un estudio con 69 gatos persas y 10 domésticos shorthair, se encontró que en los persas la parte del globo ocular que queda sin soporte óseo (extra-orbital) alcanza un 39,9 % ± 14,32 en el ojo derecho y 40,22 % ± 14,05 en el izquierdo; en los domésticos este valor fue de ~10 %.
Esta protrusión incrementa la exposición corneal, lo que conduce a queratitis por exposición, úlceras corneales y seudosecuestros.
Además, un estudio retrospectivo de 328 casos de razas braquicefálicas (118 persas incluidos) encontrado en una clínica oftalmológica mostró que 41,29 % de los persas presentaban entropión, 37,74 % conjuntivitis, y 44 % necrosis corneal.
Otros problemas frecuentes asociados son epífora crónica por obstrucción del conducto nasolagrimal, exposición prolongada de córnea al ambiente, irritación de párpados, y dolor ocular persistente. Estas condiciones afectan la calidad de vida, visión y salud ocular general del gato persa.
Consecuencias fisiológicas de la deformidad facial

- Estenosis de las narinas (stenotic nares): En un estudio con gatos Persian/Exotic Show, el 86 % mostraba narinas moderadamente a severamente estrechas. Esto aumenta la resistencia al flujo de aire y causa ruido respiratorio.
- Epífora crónica (lagrimeo permanente): Cerca del 83 % de los mismos gatos mostró epífora; la deformidad facial deforma los conductos nasolagrimales y obstruye el drenaje lacrimal.
- Entropión y úlceras corneales: Entropión observado en alrededor del 32 % de los gatos Persian/Exotic, donde los párpados se pliegan hacia el interior. Estudio de 50 gatos braquicefálicos halló úlceras corneales en 16 %, sequestro corneal en 48 %.
- Exoftalmos (ojos sobresalientes) y exposición de la córnea: En estudio correlacional, los gatos con mayor grado de braquicefalia presentaron globos oculares más protruidos; esto incrementa riesgo de queratitis por exposición y daño corneal.
- Presión intraocular alterada: En comparación con gatos no braquicefálicos (n = 39), los persas braquicefálicos tuvieron presión intraocular promedio 15,76 ± 0,50 mmHg, significativamente menor que los no braquicefálicos (18,77 ± 0,49 mmHg).
- Problemas respiratorios: Muchos muestran ruidos al respirar, dificultad después de ejercicio y ruido al dormir; estrechamientos nasales y cavidades nasales comprimidas impiden flujo de aire óptimo.
- Maloclusión dental y dificultad para masticar: Desalineaciones dentales, sobremordida o prognatismo mandibular se correlacionan con deformaciones del maxilar superior; algunos perros/gatos pueden tener incisivos superiores desviados.
Impacto en la función dental y en la alineación de la mandíbula
La deformidad facial extrema en gatos persas braquicéfalos afecta significativamente la alineación de los dientes superiores e inferiores y compromete funciones orales normales. Estudio multicéntrico con 50 persas y exóticos mostró que el 72 % presentó maloclusiones, el 56 % apiñamiento ("crowding") dental y el 64 % dientes mal posicionados (rotación, orientación anómala).
Otro estudio con 69 persas determinó que, al aumentar el grado de braquicefalia, se incrementaba el desplazamiento de los premolares del maxilar superior (1,30 ± 0,99 dientes desplazados) comparado con gatos domésticos (~0,22 ± 0,67). El ángulo medio entre el canino superior y el paladar duro fue 127,73° ± 7,97° en persas versus 120,46° ± 2,76° en gatos domésticos. Estos cambios anatómicos causan contacto dental irregular, abrasión, y periodontitis.
Además, hay casos clínicos de subluxación de la articulación temporomandibular, bloqueo mandibular y desplazamientos asimétricos en mandíbula inferior, derivados de tensiones óseas y desequilibrios faciales.
Trastornos en la masticación y predisposición a infecciones orales
En un estudio multicéntrico con 50 gatos Persa/Exótico, 88 % de los gatos presentaba enfermedad periodontal y 70 % tenía reabsorción dental (tooth resorption), lo que daña la integridad de las raíces y compromiso funcional para masticar.
Además, en el mismo estudio, 72 % mostró maloclusiones, y 56 % apiñamiento dental. Estas anomalías impiden una oclusión adecuada, provocan distribución desigual de la fuerza durante la masticación, sobrecarga de algunas piezas dentales y desgaste excesivo.
El estudio “Persian cats under UK veterinary care” con más de 3,200 persas señaló que 11,3 % de los gatos tenían enfermedad periodontal diagnosticada, lo que sugiere que este problema es común incluso en cuidados veterinarios generales.
En una tesis retrospectiva de la Universidad Lusófona (45 gatos persas/exóticos, edad media 5,34 años), la prevalencia de enfermedad periodontal fue 64,4 % y reabsorción dental 51,1 %; también detectaron dientes ausentes o mal alineados, lo que afecta la masticación mecánica.
Las deformidades faciales braquicéfalas con maxilar superior acortado resultan en mala colocación de dientes incisivos y premolares, lo que puede causar retención de alimentos, formación de placa bacteriana persistente, gingivitis, periodontitis y aumento del riesgo de infecciones bucales crónicas.
Las alteraciones faciales extremas en los persas comprometen la masticación adecuada debido a maloclusiones, dientes desviados o ausentes, y apiñamiento dental. Estas condiciones favorecen la acumulación de placa, inflamación gingival y crecimiento bacteriano, con lo que se incrementa la probabilidad de infecciones orales crónicas. Es esencial realizar limpiezas dentales periódicas, profilaxis y selección genética responsable para reducir estos riesgos.
Complicaciones dermatológicas y oculares derivadas de la estructura facial

- Dermatitis facial idiopática: En un estudio con 13 gatos persas, se describieron lesiones faciales crónicas: eritema, excoriación y costras oscuras, acompañadas de hiperplasia sebácea y sobrecrecimiento de Malassezia pachydermatis. El tratamiento con glucocorticoides fue variable y a menudo insatisfactorio.
- Piel irritada por epífora persistente: Lagrimeo constante ocasiona humedad en pliegues faciales, lo que provoca inflamación cutánea, dermatitis de contacto y riesgo alto de infecciones bacterianas secundarias.
- Entropión medial: Estudio de 76 gatos Persa/Exótico: 32 % presentó entropión, localizado médialmente en el párpado inferior, asociado frecuentemente con epífora en gatos de 2-5 años.
- Conjuntivitis y enfermedades de la conjuntiva: En estudio retrospectivo con 328 casos de razas braquicéfalas, la conjuntiva fue afectada en 42,6 % de las lesiones oculares, siendo una de las más comunes.
- Exoftalmos y exposición corneal: En el estudio de Sieslack et al., el aumento del grado de braquicefalia se relacionó con una mayor porción del globo ocular sin soporte óseo; incrementa el riesgo de úlceras corneales por exposición al aire y daño a la córnea.
- Sequestros corneales y úlceras crónicas: La estructura facial que deja la córnea más expuesta contribuye al desarrollo de sequestros corneales pigmentados y úlceras que no sanan fácilmente.
Acumulación de secreciones y dermatitis en los pliegues faciales
En un estudio descriptivo con 13 gatos persas que presentaban dermatitis facial idiopática, se observó acumulación de un material negro y ceroso adherido al pelo y la piel en pliegues faciales (náñares, comisuras periorales y perioculares). Se acompañaba de eritema variable, excoriaciones y proliferación de Malassezia pachydermatis y bacterias (bacilos y cocos).
La misma investigación reportó que ≈54 % de esos gatos mostraban otitis externa ceruminosa simultánea, indicando que la humedad y acumulación de secreciones en pliegues faciales facilitan infecciones fúngicas y bacterianas locales.
En otro estudio (“Facial conformation characteristics in Persian and Exotic Shorthair cats”) con 64 persas y 12 exóticos, se encontró una incidencia de epífora del 83 %, lo que sugiere que el lagrimeo constante contribuye al mantenimiento de humedad en pliegues faciales, favoreciendo dermatitis secundaria.
En la caracterización del mycobiota cutáneo de gatos persas con dermatofitosis severa (n=26 persas), se detectaron tasas altas de levaduras, incluidos géneros Malassezia, tanto en piel como en ambiente doméstico, lo que indica que los pliegues húmedos pueden comportarse como reservorios microbianos persistentes. (Anagrius KL, Dimopoulou M, Moe AN, Petterson A, Ljungvall I. Facial conformation characteristics in Persian and Exotic Shorthair cats. Journal of Feline Medicine and Surgery. 2021;23(12):1089-1097. doi:10.1177/1098612X21997631)
Consecuencias fisiológicas y clínicas
Los pliegues faciales mantienen ambiente cálido y húmedo, ideal para proliferación microbiana; esto puede evolucionar a dermatitis crónica, mal olor, manchas pigmentadas y lesión de la barrera cutánea.
Excoriaciones repetidas por rascarse provocan riesgos de infección secundaria, ulceración cutánea y posible diseminación local. Además, las dermatitis faciales interfieren con molestias oculares (por secreciones lagrimales), afectando la higiene del ojo y predisponiendo a conjuntivitis y queratitis.
Drenaje lagrimal deficiente y aparición de epífora crónica
El drenaje lagrimal deficiente es una causa importante de epífora crónica en gatos persas, en gran medida debido a malformaciones anatómicas congénitas y conformación facial braquicéfala. Un estudio anatómico mediante dacriocistografía tomográfica en 10 gatos persas (20 conductos nasolagrimales) mostró que los conductos nasolagrimales presentan trayectos muy tortuosos en sus porciones rostrales y medias. Además, hubo casos de estenosis del conducto ≥ 75 % y dilataciones ≥ 50 % en esas regiones; la longitud del conducto osciló entre 1,3-1,5 cm y el diámetro entre 1,5-2,3 mm.
En un amplio estudio de campo con 76 gatos persas/exóticos, los veterinarios detectaron epífora en 83 % de los animales revisados. Según los propietarios, 55 % presentaba epífora al menos una vez al mes; el 62,5 % de esos casos evidenció tinciones en el pelaje causadas por lágrimas acumuladas.
Referencias y fuentes científicas verificadas
Fuentes comprobadas (DOI / PubMed / editoriales académicas). Haga clic en el título o en [Ver fuente] para ir al registro definitivo.
-
Journal of Veterinary Internal Medicine. DOI: 10.1111/jvim.14805 | [PubMed]
-
Journal of the American Veterinary Medical Association (JAVMA). DOI: 10.2460/javma.253.1.66 | [PubMed]